Los revestimientos interiores son capas de materiales que se aplican en las paredes, techos y pisos de un edificio para mejorar su estética, aislar térmicamente y acústicamente, y proteger las superficies contra la humedad y los golpes.
Es importante elegir el revestimiento adecuado para cada zona y considerar aspectos como la resistencia al uso, la facilidad de limpieza, la durabilidad y la estética.